ROMANCE EN EL SET

Written by on 20 febrero, 2022

Por Daniel Barragán.

 

El amor es un sentimiento universal que traspasa épocas, cámaras y películas. En los años del cine de oro mexicano existieron algunos romances detrás de lo que los espectadores veían en pantalla. Es sabido que entre las bellas actrices y los galantes hombres cinematográficos surgió un sentimiento apasionado, veamos algunos casos:

Dolores del Río y Orson Welles

Dolores del Río vivía en Hollywood, para entonces ya tenía un matrimonio que contrajo a sus 16 años con Jaime Martínez del Río. Obviamente su belleza llamaría la atención en Estados Unidos después de filmar más de 30 películas. El segundo matrimonio de ella fue con Cedric Gibbons, director de arte y escenógrafo. Este mismo no duró mucho.

 

Sería en 1940 cuando Dolores del Río inició una relación con el joven director Orson Welles. El lugar primero para el encuentro sería una noche en California. Aunque la diferencia de edades era de diez años, eso no impidió el desbordante amor entre ambos. El tiempo mostró que Orson era una persona excéntricamente inestable, y que después de un viaje del director a Brasil, se alejaría por completo del sentimiento hacia Dolores, por lo que ella le puso fin a la relación entre ellos.

Emilio “El Indio” Fernández y Columba Domínguez

La fama y el mito en el nombre del Indio Fernández van adjuntos. Él decía que una conquista que tuvo fue Greta Garbo, la actriz sueca. Aunque varias mujeres aparecieron en la vida de este personaje multicitado en el cine nacional, sin embargo, al comenzar su incursión como director y estrenarse con la película “La isla de la pasión” (1941) descubrió a Columba Domínguez, la misma que se lanzaría al estrellato con las películas “Maclovia” y “Pueblerina”, ambas de 1948.

 

 

Fue una relación difícil donde los celos y gritos se hicieron presentes. Emilio quería a Columba, pero su pasión por otras mujeres no se hizo esperar demasiado, entre ellas, Dolores del Río… El Indio Fernández reunió a estos amores en la cinta “La malquerida”, en las escenas donde se les ve pelear a Columba y a Dolores (sacaban su frustración y celos) se muestra bastante enojo de ambas, parecen reales. Tiempo después Columba y Emilio se separarían, la causa, el suicidio de su hija Jacaranda.

 

Pedro Infante y María Luisa León

El ídolo de Guamúchil es un personaje cinematográfico reflejado en el hombre real que gozaba del amor de las mujeres. Y entre tantas habladas y rumores se dice que en su funeral se presentaron 25 mujeres para llorarlo y decir que habían tenido hijos con Pedro Infante.

 

Pedro Infante estaba por cumplir 20 años cuando conoció a María Luisa León en un baile en Culiacán por allá de 1937. Los dos decidieron ennoviarse y huir a la ciudad de México. Con una situación económica no tan buena, Pedro se dio a conocer en la radio como cantante. Después de la cinta “Mexicanos al grito de guerra”  (1943) los hermanos Rodríguez firmaron un contrato con Pedro Infante, quien al crecer su fama no tardaría mucho en enamorarse.

 

 

De las primeras mujeres que le robaron suspiros tras su ascenso a la fama destaca Lupita Torrentera; Pedro no quiso divorciarse de su ahora (para ese entonces) esposa María Luisa. Con Lupita Torrentera tuvo tres hijos: Graciela, Pedro y Guadalupe. María Luisa perdonó al ídolo de Guamúchil, sin embargo el destino fue otro. Pedro conocería tiempo después a Irma Dorantes, mujer que le haría tratar de divorciarse de María Luisa. Pero el destino ya estaba escrito, Pedro no logró divorciarse. Pedro Infante poco después fallecería en un accidente aéreo.

Los amores de La Doña

María Félix es el nombre de una gran diva del cine mexicano, la misma que tuvo cinco hombres en su vida, sin contar los miles de hombres que suspiraron más de una vez por ella. El primero fue Enrique Álvarez. Después vendría un ícono musical, Agustín Lara, el mismo que la colmaba de atenciones y regalos. El pesar vino después con los celos, la fama de ambos y el gran ego. María bonita conoció después a Jorge Negrete, años después María Félix diría, <<era solo un charro>>.

 

A la vida de la Doña llegaría Alex Berger con quién duraría dieciocho años, pero la muerte le llegó al igual que al anterior esposo. El último amor que la acompañaría al ocaso de su vida sería el pintor francés Antoine Tzapoff, veinte años menor que ella, con quien fue enteramente dichosa.

 

 

Después de esta revisión a las pasiones y amores del cine mexicano estamos seguros que las películas de estos actores quedarán más cercanos a la realidad del amor que en algún momento has vivido. Cabe señalar que a veces la ficción cinematográfica es una realidad. Coméntanos ¿qué películas te gustan de estos grandes actores? ¿Ya conocías estas historias? ¿Conoces algún otro romance en el cine mexicano? Nos leemos en otra nota.


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