¿ECOANSIEDAD?

Por: Mauricio Gamero.

Es una realidad que la mente humana vive en estrecha relación con el medioambiente. Una de las formas en las que esto se hace evidente es en el hecho de que las ansiedades modernas no son ciertamente las mismas que las de hace siglos o incluso décadas.

Es por eso que, en la Nueva Voz Radio, te invitamos a reflexionar sobre uno de los principales problemas que enfrenta el ser es el cambio climático y como es sabido nuestra relación con la tierra es de total interdependencia, esto conlleva un incipiente problema de salud mental.

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) reconoce el cambio climático como una amenaza creciente para la salud mental, pero muchos profesionales de la salud mental se sienten incapaces de manejar el creciente número de personas ansiosas y afligidas por el estado del planeta. Así como lo lees, tal parece que estos tiempos requieren de enfoques específicos para entender la mente humana.

Para ser precisos, existe una revista especializada en el mundo de la psicología, Scientific American, la cual explica que cada vez más pacientes llegan a terapia con una sensación de ansiedad por la crisis climática o lo que los académicos empiezan a llamar “ecoansiedad”. Si bien este “padecimiento” no ha sido todavía clasificado en el famoso manual psiquiátrico DSM-5, cada vez existe más consenso de que se trata de una condición real, no del todo rara.

La realidad es que el cambio climático está afectando a todos en el consultorio del terapeuta; es el trasfondo del cambio climático donde nace la razón de ser de este tipo de padecimientos, sumado a la hipersensibilidad y conciencia de las nuevas generaciones del mundo en el que viven. La contraparte, para un terapeuta que apenas acepta el cambio climático, ofrecer un consejo sin prejuicios a un paciente puede ser particularmente desafiante. Es ahí donde está la importancia de crear nuevas miras para entender a las personas en pro de la salud mental.

Si bien la “ecoansiedad” es una respuesta natural, de los tiempos que vivimos, también puede volverse poco saludable cuando se vuelve paralizante, según los especialistas que han comenzado a profundizar más en el tema. Pero eso no lo hace exagerado o fuera de lugar. Cuando un terapeuta descarta o minimiza la angustia de un paciente como tal, puede ser profundamente dañino. A menudo, esta acción se produce porque los propios terapeutas se sienten incapaces de hacer frente a sus propios sentimientos sobre la destrucción del entorno, y mucho menos a los del paciente a tratar.  Es ahí, donde radica la relevancia de saber acompañar a pacientes, ser conscientes del deber, responsabilidad y de la vulnerabilidad que tenemos como seres humanos.  

Haznos saber al equipo de La Nueva Voz Radio tu opinión sobre este tipo de temas, o si alguna vez ¿has sentido la dichosa ecoansiedad?