CINCO POETAS MEXICANOS QUE DEBES LEER SÍ O SÍ

Written by on 18 marzo, 2024

Por: Belmaris Mateo

Durante mucho tiempo los seres humanos han creado diferentes formas de expresión, como el arte, el cual refleja aspectos de la vida, sentimientos, emociones, ideas mediante recursos, entre los que se encuentra la literatura, una de las disciplinas más antiguas e imprescindibles para el mundo. De ahí surge que hablemos de los artistas, esas personas quienes expresan lo que sienten usando el lenguaje oral o escrito, y debido a la necesidad de catalogar las obras de estos personajes, nacen los géneros literarios, específicamente nos centraremos en la poesía y sus creadores.

En México, la poesía tiene sus inicios en los pueblos indígenas con la poesía maya, náhuatl y el tlatoani de Texcoco, Nezahualcóyotl, después viene la fusión y la búsqueda de identidad por la conquista, con la época colonial encontramos a Juana Inés de Asbaje y Ramírez, quien dedicó su vida a la escritura. Posteriormente ya con una nación independiente, Amado Nervo explora el amor y la espiritualidad con su poema “La amada inmóvil”, solo por mencionar algunos, así que comencemos con Amado Nervo nuestra lista de los cinco poetas que sí o sí deberías de leer.

Amado Ruiz de Nervo Ordaz, poeta y periodista, nació en 1870 en Tepic, Nayarit. Sus primeros pasos en la literatura los dio cuando en 1894 llega a la capital del país, se desempeñó en la Revista Azul dirigida por Manuel Gutiérrez. Su primera novela fue El bachiller (1895) y también publica Perlas negras y místicas (1898). Descubre un nuevo mundo en 1900 cuando viaja a Europa, ahí hace nuevas amistades y conoce a su musa, Ana Cecilia Luisa Dailliez, a quien le dedicaría el poema La amada inmóvil. Durante esa estancia escribió Poemas (1904), El éxodo y las flores del camino (1902), Lira Heroica (1902), Las voces (1904), Jardines interiores (1905) y En voz baja (1909).

Cuando regresó a su país natal se dedicó a la docencia en la Escuela Nacional Preparatoria, ocupó el puesto de secretario de la embajada de México en Madrid y siguió con sus libros, Serenidad (1914), Elevación (1917) y Plenitud (1918). El estanque de los lotos fue su último libro publicado mientras estaba vivo, aunque se hicieron publicaciones póstumas como El arquero divino, La última luna y La mañana del poeta. Amado murió de insuficiencia renal el 24 de mayo de 1919. El estilo de Nervo era modernista, este movimiento literario era una mezcla del romanticismo, simbolismo y parnasianismo.

Octavio Paz Lozano, poeta y ensayista mexicano nació el 31 de marzo de 1914 en la capital mexicana. A muy temprana edad inicia su quehacer literario, en la revista Barandal publica poemas, poco después se encarga de dirigir las revistas Taller e Hijo pródigo y al igual que otros intelectuales, viaja a España, donde se ve influenciado por otros escritores y escribe Luna Silvestre (1933) ¡No pasarán! (1936), Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España (1937), Entre la piedra y la flor (1941), y A la orilla del mundo (1942). Los libros más destacados de Octavio los escribió 1950, son Libertad bajo palabra (1949), El laberinto de la soledad (1950), ¿Águila o sol? (1951) y El arco y la lira (1956).

Además, fue diplomático, pues trabajó en la embajada mexicana en la India y en Japón, además dirigió el área de Organismos Internacionales de la SRE, fue embajador de la India nuevamente, pero renunció por la masacre del 68, ganó el Premio Nobel de Literatura en 1990 y fue docente en universidades de Estados Unidos. Octavio murió el 19 de abril de 1998 a causa del cáncer que padecía. El estilo de Paz era difícil de etiquetar, ya que siempre estaba experimentando y no se limitaba a un movimiento, lo suyo era personal e intelectual.

Otro de los poetas imprescindibles es José Emilio Pacheco, nacido en la Ciudad de México el 30 de junio de 1939, comenzó su trayectoria en revistas estudiantiles de la UNAM, y en la revista Estaciones, colaboró como jefe de redacción de México en la cultura, y fue docente en diferentes universidades del país, Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. Los elementos de la noche (1963), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), Los trabajos del mar (1984), Miro la tierra (1986) y Ciudad de la memoria (1989) son sus poemas notables.

Con respecto a los otros géneros El viento distante y otros relatos (1963), El principio del placer (1972), Morirás lejos (1967) y Las batallas en el desierto (1981) lo consagraron. El estilo de su poesía era sencillo, coloquial y sin intentar ser rebuscado, lo sorprendente es que logró escribir textos de casi todos los géneros literarios, novela, cuento, poesía, ensayo, asimismo se desarrolló en la traducción, el periodismo y el guion cinematográfico. La ciudad que lo vio nacer también lo vió morir el 26 de enero de 2014 por un paro cardiorrespiratorio.

La sorpresa de este listado es Elena Delfina Garro Navarro, quien llegó al mundo un 11 de diciembre de 1916 en Puebla. Sus estudios los cursó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en la Universidad Nacional Autónoma de México, al mismo tiempo practicaba danza. Sus participaciones en el teatro universitario fueron constantes, llegó a colaborar con Julio Bracho, Isabela Corona, Deva Garro y Rodolfo Landa. Siguió cultivándose, pues realizó un posgrado en Berkeley y la Sorbona.

Las obras poéticas de Elena hasta el año 2016 permanecieron inéditas, los cuales están compilados en el libro Cristales en el tiempo, se dice que decidió no publicarlos por la negatividad de su esposo, Octavio Paz. Debido a esto se inclinó más a las novelas, teatro y ensayo histórico. Sus escritos más conocidos son Los recuerdos del porvenir (1963), novela ganadora del Premio Xavier Villaurrutia; Un hogar sólido (1958), Andarse por las ramas (1958) y Los pilares de doña Blanca (1958). Su estilo original rompió tabúes de la época y aunque negó ser pionera del realismo mágico, se le considera precursora. Garro murió el 22 de agosto de 1998 en Cuernavaca, Morelos.

La última, pero no menos importante es Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein mejor conocida como Pita Amor, oriunda de la Ciudad de México y nacida un 30 de 1918, comenzó su labor literaria con sus textos en prosa Yo soy mi casa (1946) y sus poemarios Puerta obstinada (1947) y Círculo de angustia (1948). Aunque sería en 1953 que llegaría su poemario más aclamado, Décimas a Dios. Otros de sus trabajos fueron Polvo (1949), Poesías completas(1951), Todos los siglos del mundo (1959) y Soy dueña del universo (1984).

Pita estaba adelantada a su tiempo, aunque para la sociedad algunos sucesos de su vida eran escandalosos, ella vivía libremente, incluso se le considera precursora de la emancipación femenina en México. También destacan algunos rumores falsos sobre sus poemas, ya que decían que en realidad eran del escritor Alfonso Reyes, pero este murió en 1959 y ella siguió publicando sus obras. Sus poemas escritos en primera persona narran sus experiencias como fémina, habla de la soledad, de Dios y de la nada. Guadalupe falleció por neumonía el 8 de mayo del 2000 en el entonces D.F.

Estos y muchos otros poetas mexicanos merecen tener un lugar en el librero de la casa de todos los asiduos al arte de la poesía, son imprescindibles, no solo para instruirse, si no para entender México, su historia y su cultura desde otras perspectivas, aunque si estás iniciando en este género literario podrías iniciar con alguno de estos cinco escritores que te acabamos de recomendar o ¿Ya los conocías? ¿Cuál es tu favorito? Recuerda que puedes dejarnos tus sugerencias y comentarios en nuestras redes sociales, nos encontramos como La nueva voz radio.


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