Simo Häyhä “la muerte blanca”.

El 17 de diciembre de 1905 en el pequeño pueblo de Rautjärvi, cerca de la frontera que hay entre Finlandia y Rusia, nació Simo Häyhä, siendo el séptimo de 8 hijos de una familia finlandesa humilde, creciendo en el bosque, después de terminar sus estudios de gramática en la escuela de Miettilä, para dedicarse a la crianza de perros, agricultura, a predicar y a la caza, siendo una persona muy amable y que siempre se mostraba sonriente, que disfrutaba mucho de esquiar en sus tiempos libres, según sus vecinos, teniendo la vida tranquila que siempre soñó, hasta que la invasión del ejército soviético cambió su paz y el sonido de las aves por disparos de su rifle en la quietud del bosque, acabando con más de 500 soldados, así fue como se ganó el apodo de “la muerte blanca”, esta es la historia de Simo Häyhä.
En 1939, cuando el ejército Nazi en la segunda guerra mundial invadía Polonia y en medio del caos que vivía Europa en esa guerra, Stalin inició el conflicto conocido como la Guerra de Invierno, en donde, su ejército ruso, que era el más temido y destacado por dominar territorios, no se esperaba encontrar entre el grupo de Finlandeses a Simo Häyhä.

Un personaje que lejos de ser un ex soldado, asesino a sueldo o demás, era solo un agricultor, disfrutaba de la caza y sabiendo moverse muy bien en la nieve, tenía una vida tranquila. Misma que terminó cuando su patria le hizo un llamado para defender a su país, pasando a ser el dolor de muelas del ejército de Stalin.
Vestido totalmente de blanco, usando su rifle sin mira para así evitar que la luz se reflejara en él y revelará su ubicación, metiendo nieve en su boca para evitar que su respiración creará ese vapor.
Simo tenía todos los detalles planeados, incluso se posicionaba de un modo en que el retroceso de su arma no hiciera que brincara nieve, para que así los enemigos no pudieran ver de donde llegaba el disparo, ¿cómo lo hacía? moviendo la nieve y apoyando su arma en un palo de esquí.
Esperando entre los árboles y las colinas de nieve, acababa con sus enemigos, hasta que se hizo de un renombre, creciendo la leyenda de boca en boca rusa, ganándose el apodo como “la muerte blanca”.

Tanto era el miedo que Simo le causaba a Rusia, que estos usaron desde artillería pesada y tanques para su caza, ¿y qué creen? no tuvieron éxito.
Después de 200 muertes confirmadas (se cree que fueron más), le dieron un rifle M2830 como premiación, que hoy en día es exhibido en el Museo Militar de Finlandia.
Ya durante toda la guerra Simo alcanzaría la cifra de 500 bajas confirmadas, ojo con esto, solo confirmadas, en el lapso de 100 días, convirtiéndose en el francotirador más hábil en la historia de la humanidad, parecía que Simo se iría sin una sola herida en el conflicto, pero justo una semana antes del fin de la guerra, la bala de un soldado soviético alcanzó su rostro, sobrevivió, pero quedó con su cara desfigurada.

Rifle de Simo

El conflicto finalizó el 13 de marzo de 1940 y Simo de ser un agricultor pasó a ser un héroe finlandés, donde regresó a su granja a colgar todas sus condecoraciones, viviendo hasta los 92 años, y finalmente el francotirador más increíble en la historia fallecería en el año 2002.
La historia de Simo Häyhä es de admirar, un hombre que no era ni soldado, simplemente salió a defender a su gente y a su país y terminó convirtiéndose en una leyenda de la historia bélica.

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