Pequeños gladiadores de plástico

Por: Oscar Baleón

Más que un deporte o un espectáculo para pasar el tiempo, la lucha libre en México es parte de nuestra cultura y podríamos hablar de un sinfín de objetos que rodean a este deporte; Máscaras, camisas, posters, comida, fotografías, revistas y un extenso etc. Pero no podemos olvidarnos de los juguetes; esos pedazos de plástico que acercaron a los más pequeños al cuadrilátero cuando aún ni siquiera entendían las reglas de este deporte.

A diferencia de muchos juguetes y figuras de acción los luchadores de plástico siempre fueron baratos y populares, haciendo así más fácil de adquirir para un niño, igualmente se venden casi siempre en bolsitas con unos cuantos, lo cual hace que se tengan más de uno desde la primera vez por poco dinero.

Mario González Marquéz escultor y tallador de madera fue quien hizo los primeros luchadores a mediados de 1950 y siguiendo la técnica de moldes de yeso para figuras de metal decidió realizar los pequeños luchadores de plástico. Inicialmente los muñequitos se hacían con vinil, material que fue reemplazado por el polietileno que es mucho más barato y es la mezcla de muchos reciclados.

Para fabricarlos, se tritura el polietileno y se introduce en una máquina de inyección, que calienta el plástico a 400°C. Luego se inyecta en los moldes de acero, se saca el luchador e inmediatamente se sumerge en agua para endurecerse. Las clásicas rebabas que se ven en estos muñecos se han convertido casi en un elemento tradicional ya que se pintan y empaquetan junto con el luchador.

Quizás el elemento más llamativo de este juguete mexicano sea su pose. Pero ¿Cómo lo consiguieron? Como muchos habrán adivinado, esta pose clásica está tomada de “El Santo”, probablemente el luchador mexicano más recordado y querido de todos los tiempos.

Mucho se ha hablado sobre esta pose, inclusive se decía que fue sacada de una foto donde aparece con “Blue Demon”, dicha fotografía fue tomada por sorpresa a los deportistas, quienes al ser sorprendidos alzaron sus brazos preparándose para la lucha. Y aunque esto suena muy espectacular. Lo cierto es que el hombre enmascarado de plata levantaba las manos cada vez que lo fotografiaban, inclusive se dice que dicha fotografía fue parte de toda una sesión. Este gesto icónico se replicó en el molde del muñeco. Fue así como la imagen para el primer luchador de plástico fue el mítico enmascarado de plata.

Pasados los años se esculpieron algunos otros personajes como “Blue Demon” o “mil máscaras” con diferentes poses. Sin embargo, estas son menos producidas ya que las personas siguen comprando mucho más la pose clásica del santo. Pasado los años el mismo molde de los luchadores se ha adaptado también a otros personajes de la cultura popular actual como actores, personajes de caricaturas o súper héroes, bien o mal porque siempre mantienen el modelado de la máscara de “El santo” debajo de esas capas de pintura.

Pese a que cada vez son menos comunes entre los gustos de los niños ya que pueden preferir muchos otros juguetes antes que a estos luchadores con rebaba. Los luchadores de plásticos siempre formarán parte de nuestra cultura popular, de los recuerdos y del folclore de este inmenso país.

Aquí te dejamos una pequeña entrevista realizada por el youtuber “Mad Hunter”  donde podrás observar el proceso para elaborar estos clásicos juguetes:

¿Sabías sobre el proceso de fabricación de este icónico juguete? O el ¿porqué de la pose tradicional de estos gladiadores? Comparte tu opinión a través de nuestras redes sociales.